Intercambio Danderyds Gymnasium - IES Miguel de Molinos

El Viaje. Primer día


             El viaje a Suecia fue muy duro, nos esperaban siete horas y media de camino, entre autobús y avión. A las 4.15 de la mañana todos los estudiantes españoles quedamos en la puerta del instituto para coger el autobús todos juntos e ir directamente al aeropuerto de Barajas en Madrid. Durante las cuatro horas de viaje todo el mundo durmió porque habíamos madrugado. Al llegar al aeropuerto estábamos preparados para coger el avión, facturamos las maletas y entramos. Las 3 horas y media de avión fueron más leves puesto que todos estábamos nerviosos e impacientes de volver a encontrar a los suecos. Cuando llegamos al aeropuerto de Estocolmo, cogimos otro autobús que nos llevó al enorme instituto sueco, Danderyds Gymnasium.
            Vimos a nuestros amigos suecos, los saludamos y fuimos cada uno a casa de la familia donde nos  presentaron. Ese día había dos planes diferentes, unos fueron a ver una película y otros a ver un partido de fútbol entre el AIK y el Djurgårdens IF Fotboll, que estaba considerado como el mayor derbi de Suecia,. El grupo de los chicos, quedaron en la plaza donde los aficionados del equipo Djurgårdens esperaban para ir juntos al estadio. Al final del partido los equipos empataron a 0 y fue un partido aburrido, aunque lo que más nos impresionó fue la actividad y la alegría de los aficionados, que saltaban  y cantaban los himnos de los dos equipos.

            Por la noche cada uno volvió a sus respectivas casas para cenar y dormir después de un duro día de viaje y reencuentro.

El Danderyds Gymnasium. Segundo día
           

            El segundo día que estuvimos en Suecia tuvimos que madrugar, algunos más que otros, para ir al instituto Danderyds Gymnasium. Una vez allí nos llevaron a una clase que se llamaba mini-aula, pero el nombre no concordaba con la  realidad, ya que era enorme. El director nos dio la bienvenida y después Patrick, el profesor de español,  nos explicó detalladamente qué íbamos a hacer cada día. A continuación de la presentación nos enseñaron el instituto. Nos pareció gigantesco y a cada paso que dábamos nos encontrábamos con filas y filas de ordenadores, algo que nos dejó bastante impresionados. Pero aún nos impresionó más el hecho de que los alumnos pudieran comer y beber durante las clases  y que todos pudieran tener el teléfono móvil (el I-phone, más concretamente) encima de las mesas. Lo mejor fue cuando nos enseñaron cómo era la sala de usos múltiples. ¡Era igual que un teatro!


            Tras recorrer todo el instituto nos llevaron a una clase a ver una película. La tuvimos que ver en sueco con subtítulos en inglés. Se titulaba "Déjame entrar". Nos pareció un poco extraño que nos pusieran esa película para darnos la bienvenida ya que trataba sobre una vampira que se hacía amiga de un niño que sufría acoso.  Cuando acabó la película fuimos a la cantina a comer.

            En cuanto acabamos de comer, tuvimos que coger un autobús, después el metro y finalmente otro autobús para llegar al museo Vasa. En el museo se exhibe el Vasa, el único barco sueco del siglo XVII que ha sobrevivido hasta nuestros días. Este barco se hundió en 1622 nada más salir del puerto debido a una mala estabilidad y fue en 1961 cuando fue reflotado.


            Cuando la visita al museo terminó, fuimos paseando a lo largo del puerto hasta llegar al teatro ‘’Dramatiska’’,  donde nos esperaban los suecos. Nos reunimos y  fuimos de compras por el centro de la ciudad.  Sobre las siete de la tarde algunos fuimos a ver un concierto punk, ya que una de las chicas suecas tocaba en un grupo, y los que no vinieron se fueron a cenar por ahí.

            En cuanto terminó el concierto fuimos a casa a descansar. ¡Nos quedaba todo el resto de la semana!                        
                                          I. García  y A. Aguirregomezcorta

EL AYUNTAMIENTO. Tercer día  


            El miércoles, día 6 de abril, quedamos en el instituto Danderys Gymnasium a las ocho de la mañana. Cada uno fue con su compañero sueco a clase para poder aprender el sistema de estudios sueco. Fue muy divertido. A algunos nos tocó clase de español, y les tuvimos que ayudar un poco. A otros nos tocó clase de educación física y estuvimos analizando una canción y bailando. Después de las clases, quedamos en la cafetería del instituto para coger el autobús e ir al Ayuntamiento de Estocolmo. Es un edificio cuadrado con un patio interior abierto, donde aprovechamos para hacernos unas fotografías junto a la graciosa escultura de un caballito de madera de tamaño natural. Un guía muy simpático nos enseñó todo el Ayuntamiento, que fue construido entre 1911 y 1923 por el arquitecto Ragnar Östberg.

            Lo primero que vimos fue la Sala Azul que, contrariamente a lo que su nombre indica, es de color rojo. Inicialmente estaba previsto que fuese de color azul, pero el arquitecto decidió que el carmín de los ladrillos quedaba francamente bien. Esta sala es el mayor salón de fiestas del ayuntamiento, y en ella se celebra la cena de los galardonados con el Premio Nóbel cada 10 de diciembre. También alberga uno de los mayores órganos de Europa del norte.

            Entre otras estancias del Ayuntamiento, también visitamos la Sala del Consejo, en la que se reúne el Consejo municipal de Estocolmo. Pasamos por el Arco de los Cien, que forma la entrada de honor del edificio. Pudimos admirar el Salón Dorado, que se utiliza como sala de banquetes, y cuyas paredes están recubiertas por un gran mosaico de más de dieciocho millones de teselas en oro. Otro de los lugares peculiares del edificio es el Óvalo, la antesala del piso de festividades contigua a la sala de Recepciones, donde se celebran las bodas que no suelen durar más de tres minutos.

            Después nos volvimos a reunir con nuestros compañeros suecos para hacer otras actividades. Las chicas se fueron a jugar a los láseres y los chicos nos fuimos a casa de Víkktor, el anfitrión de Andrés, a jugar un torneo de Play Station y a tocar instrumentos. Sobre las ocho de la tarde, nos fuimos cada uno a nuestra casa a cenar.

J. Atarés, C. Amés, S. Sánchez

UPPSALA  Y  Museo VIKINGO. Cuarto día

   


         El jueves como todo los días desayunamos con nuestras familias y fuimos al instituto cuando nuestros suecos tenían que ir unos a las ocho y otros con más suerte a las nueve y media. Quedamos en la cafetería a las 10, y mientras esperábamos, echamos unas partidillas de cartas, as usual. Cogimos el autobús rumbo a Uppsala, que duró como una hora. Allí nos encontramos con una guía un tanto particular, que nos enseñó la catedral que era bastante impresionante; después dimos un paseo viendo los diferentes edificios importantes de esta ciudad, como la antigua universidad, pero como hacía un viento horrible, la visita no duró mucho. Las profesoras nos dejaron tiempo libre en el centro de la ciudad que aprovechamos para aprovisionarnos de comida en un supermercado. 


            Cogimos el autobús de nuevo que nos llevó al museo vikingo. Antes de visitarlo comimos en la cafetería los bocatas, ensaladas o crepes que nos habían preparado nuestros suecos. Después de comer visitamos este museo acompañados de un nuevo guía. Desde unos ventanales vimos tres pequeñas colinas que en realidad eran tumbas construidas por los vikingos. En el interior del museo vimos los restos encontrados en estas tumbas, como las joyas o armas, de los vikingos enterrados. En las excavaciones de las tres colinas se habían descubierto los restos de un niño, los restos de una mujer, y la tercera colina no ha sido excavada por ahora. A la salida del museo nos hicimos muchas fotos al estilo vikingo. Acabado el museo, cogimos el autobús de vuelta a Estocolmo donde todos dormimos una buena siesta.

            En el instituto nos esperaban nuestros suecos para ir a la bolera. Durante una hora, españoles y suecos llenamos toda la bolera. Las chicas demostramos que somos realmente buenas en esto del bowling. Después de la bolera, cada una pa' su casa, que, en horario sueco, las seis de la tarde era ya muy tarde.

C. Falo, P. Arenillas y A. Sancho 1º Bachillerato


Stockholm y GAMLA STAN. Quinto día



            We met a Spanish teacher who works at  Danderyds Gymnasium. He took us to Stockholm city centre and visited GAMLA STAN, the old part of Stockholm.

            We also had Spanish guides who led us around d the historical part. First, we visited the Royal Palace, but we did not go inside. We saw the Changing of the Guard and a monument which has a bird over it.
           
            After that, We walked along the streets and we saw a little monument, the statue of a little child looking at the moon. Regarding this monument, the guide told us that there were two different legends: the first one said that  if you give money to the statue, you will come back to Stockholm; the second one says that you could get pregnant.

    
        Then, we continued our tour to see another monument which represents a story between Sweden  and other countries. There was  also a little building from Germany and a wishing well.
Eventually, we went through the narrowest street in Stockholm, we had to walk in couples because the street was not broad enough.

            We finished  our tour in a big square which reminds the massacre of Stockholm. There are some buildings, that have the number  the number of people who died in that massacre, there's also a monument, and in a part of that buildings we could see the cannon shots of the failed attempt to kill the king.

            At night, we gathered in Jaime's Swedish house to have a wonderful party. It was a very beautiful day and we enjoyed ourselves very much.

Mirna


SKANSEN. Sexto día


         

   On Saturday, we went to Skansen  on the island of Djurgården in Stockholm and it is a huge open air museum. It was founded in 1891 and it was built to show how the Swedes lived before. It also has animals and plants that show the variety of species from the south to the north of the Scandinavian Peninsula. There are regular activities such as concerts and Swedish folk dancing.

            At first we got lost  in that extremely large place but luckily we had a map  and  we could see almost all  interesting places.
            In Skansen we expected to see different kinds of animals, but some of them were hidden so we didn’t see many. Luckily, we could see a few  bears, lynxes, elks, and many more rare different animals. We had lunch in a restaurant but we had got our food from the Swedish families. In fact, we had a good time with our Swedish friends.

J Remacha y V. Margallo
DÍA LIBRE. Séptimo día
            El domingo era día libre y lo pasábamos con nuestras respectivas familias suecas. Yo, como era el día de después de la fiesta me desperté un poco más tarde, a la diez de la mañana. La familia me llevó a un restaurante al lado del río en donde servían barra libre de alimentos que estaban todos buenísimos, sobre todo el salmón, que el de Suecia me gusta más que el que comemos aquí. Fuimos de comida-desayuno o como decían en ingles “brunch”. Después de comer fuimos a una explanada cerca del restaurante y me puse a jugar un poco con su hermano a fútbol.

            Más tarde fuimos al Globe Arena de Estocolmo, que es el edificio en forma de esfera más grande del mundo. Primero subimos arriba del todo donde conocí a otra chica de intercambio que venía de Salamanca. Luego William, mi correspondiente, y yo nos quedamos viendo un partido de hockey dentro del Globe Arena que además era la final nacional junior,  estuvo muy interesante. El estadio era enorme, cabían por lo menos sesenta mil personas, además tenía varios palcos VIP  donde había un restaurante que servía comida durante el partido.

A. Guillén

DIA DE VUELTA A ESPAÑA. Octavo día


            Nos levantamos pronto como todos los días, desayunamos y fuimos al instituto Danderys con las maletas; las dejamos en Secretaria y fuimos a la cafetería (en esta cafetería algunos de los españoles se hicieron profesionales del guiñote ya que los que llegaban pronto siempre tenían que esperar), allí tuvimos que esperar al resto de los del intercambio. Ya que algunos de ellos tenían que coger varios trasportes y necesitaban más tiempo para llegar o no tenían clase a primera hora y llegaban más tarde, otros simplemente se acostumbraron a llegar siempre tarde a todos los sitios. Una vez que estábamos todos, los suecos abrieron sus bolsas y nos invitaron a comer, todo lo que había en esa mesa tenía chocolate. Entre unas cosas y otras llegó la hora de irnos , la verdad es que , no muchos lloros ( aunque alguno seguro que cayó) , salimos con el autobús dirección al aeropuerto con ganas de coger el avión y no estrellarnos en el camino, tras una o dos horas de viaje llegamos. Luego una vez allí tocó quitarse todo lo metálico que llevábamos encima y ponerlo en la bandejita, las bebidas  quedaron “confiscadas” en la caja de los guardas, los cuales no se las bebieron.. en ese momento;  todo esto para que los sensores no “pitaran”. Pasamos sin ningún incidente, pero tuvimos que dejar atrás  a nuestro amigo Doraemon ya que le dijeron que tenía que sacar todo lo que llevaba en el bolsillo.


Una vez  pasado el control, nos pusimos a comprar en esa "pequeña" tienda ¡ libre de impuestos!. Intentamos deshacernos  de todas las monedas ya que estas no se pueden volver a cambiar por euros, y al final no sé como algunos acabaron con más monedas de las que tenían al principio.   Luego embarcamos y cuatro intensas horas de viaje nos esperaban, eso sí acompañadas de risas, comida y  por supuesto la gran jugadora de guiñote (Angelines). Llegamos a Madrid por la tarde ya cansados de tanto viaje, pero, aún nos quedaban otras 4 largas horas hasta Zaragoza. Al llegar a casa muchos recuerdos en la cabeza y también muchas ganas (algunos más que otros) de volver a ver algún día a sus queridísimos suecos, otros simplemente se acostaron, se olvidaron de todo por un momento y durmieron todo lo que no pudieron dormir en Suecia.

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