También tuvimos nuestro San Valentín


No es nuevo esto de San Valentín; casi dos mil años tiene. Este sacerdote con cierto prestigio en Roma, celebraba matrimonios en secreto al estar prohibidos por el emperador Claudio que consideraba al soltero mejor preparado para la guerra.  En el 270,  un 14 de febrero, ordenó su martirio y ejecución  y alguien plantó un almendro de flor rosa junto a su tumba, uno como el que tenemos en nuestro jardín y cuyo símbolo desde entonces no es otro que la amistad para siempre.
 
Aquí hoy, como si se tratara de aquellas postales en forma de corazón de finales del XIX, los "valentines", hemos colgado unos pocos en nuestra verja con amor y con todos nuestros mejores deseos, que hoy todavía los tenemos. Amamos la enseñanza pública, y la danza, y la expresión, y las enseñanzas artísticas, y la música, y el bilingüismo, a pesar de que algunos se empeñan en que ni en el día de San Valentín hay que mostrarse deseoso y amoroso.
No es un día de gasto, aunque alguno piense que sí, es un día de amistad, de deseo y de bien.

 


 








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