DIVER - SIÓN



El viernes, día 5 de junio, los alumnos y alumnas del programa de Diversificación Curricular, en compañía de Pilar y Miguel, sus profesores tutores, y del orientador del instituto, realizamos una actividad didáctica por la comarca de Tarazona. Con un programa ajustadísimo y muy bien preparado, salimos de Zaragoza a las siete de la mañana con dirección al Monasterio de Veruela.

 El día comenzó con unas interesantes clases de botánica impartidas por Pilar, monitora de la empresa Sarga, que posteriormente nos acompañó al Centro de interpretación del Moncayo, en Agramonte.  Un breve paseo nos enseñó, finalmente, a distinguir distintos tipos de plantas y animales del Parque Natural del Moncayo, a reconocer las agallas - ¡de los árboles! – a interpretar los distintos pisos de vegetación y, sobre todo, nos dejó el deseo de volver otro día.
 Tras dar cuenta del almuerzo, nos dirigimos al Monasterio de Veruela, en cuya residencia se hospedó Gustavo Adolfo Becquer, poeta que los alumnos habían estado estudiando en estas semanas. Aprendimos y disfrutamos de la amena explicación con la que Teresa, la guía, nos adentró en el misterio de la construcción de las iglesias medievales, su simbología, las condiciones de vida de los monjes del Cister, algunos detalles de la iconografía de los sepulcros, la orientación y significado de los claustros, las condiciones de higiene de los monjes… y muchas otras curiosidades que capturaron nuestra atención durante una la visita que se nos pasó volando. Algunos de nosotros, antes subir al autobús, aún pudimos echar un rápido vistazo a una magnífica exposición de hongos ubicada en una dependencia anexa.

 Con el tiempo muy ajustado nos dirigimos a Trasmoz.  Subimos rápidamente a su   en el que nos esperaba Lola, la novena bruja. Conocimos a través de ella algunas de sus leyendas, las trifulcas entre el Señorío de Trasmoz y el Monasterio de Veruela  y pudimos visitar el museo de objetos medievales que alberga su torre del homenaje.

Dejamos Trasmoz para dirigirnos a Tarazona, donde comimos en el parque de Sobradiel, junto al río Queiles. Dimos buena cuenta de las viandas que cada cual traía preparadas de casa y de las exquisitas tortillas con que Miguel, el tutor de tercero, nos deleitó. A las cuatro comenzamos la visita a la magnífica catedral de Nuestra Señora de las Huertas. Pilar, nuestra nueva guía, nos fue explicando los detalles de la decoración del tempo, su simbolismo y algunas de las técnicas pictóricas utilizadas. Finalmente, nos propuso una amena actividad para identificar distintas escenas en un interesante retablo.

 Ana, la última de las acompañantes de nuestra jornada, nos acompañó en nuestra visita a la ciudad de Tarazona. Nos explicó algunos detalles de su historia, de la ubicación de los barrios medievales y del significado de la iconografía de la fachada de la casa consistorial. Nos habló del Cipotegato y sus fiestas patronales y nos abrió las puertas del Palacio Arzobispal, desde donde pudimos contemplar una magnífica vista de la ciudad antes de bajar a su octogonal plaza de toros vieja. 
 A las ocho subimos al autobús para iniciar el viaje de vuelta. Miguel Lázaro tenía preparada una última y dulce sorpresa. Tras un bingo de palabras el viaje transcurrió en una amena competición en la que los alumnos y alumnas que consiguieron recordar datos y detalles de las visitas fueron obteniendo dulces recompensas, que fueron compartiendo con sus compañeros y compañeras. Escuchamos leyendas de Bécquer y terminamos cantando todos juntos con un inmenso sentimiento de gratitud. 
Un magnífico día, impecablemente preparado y en que todos aprendimos un montón de cosas nuevas. El buen humor,  el interés mostrado por los alumnos, su buen comportamiento y el compañerismo que han sabido construir, nos hacen sentirnos orgullosos de estos dos grupos de alumnos y alumnas. 
¡Muchas gracias!

Miguel A. Modrego

Orientador del Instituto







Comentarios