Se fue una DIVA


Un miércoles de una semana de abril de 1933, nace en el barrio de Gracia de Barcelona la que será una de las más grandes sopranos del siglo XX; María de Montserrat Bibiana Concepción Caballé Folch (12.04.1933). Sus padres pertenecían a una familia modesta, su padre, Carlos, tarraconense, era químico industrial y su madre, Ana, valenciana, que tocaba el piano  fue quien le inculcó el amor por la música y con la que dio sus primeros pasos en el solfeo.  No lo tuvieron fácil; en los años cincuenta fueron desahuciados de su vivienda y pasaron una larga noche en la plaza de Cataluña, recordaba la diva en alguna entrevista en TVE.



Pero algo pasó, suerte quizás; la familia Bertrand, ricos empresarios textiles, le facilitaron el ingreso en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona con una beca al principio y más tarde con su ayuda. No perdió el tiempo, aunque tuvo que trabajar para ayudar a la familia, se graduó en 1954 y un año después fue su debut operístico, en el Teatro Fortuny de Reus con el papel de Serpina en La Serva Padrona de Giovani Pergolesi y ya no se bajó de ellos hasta 60 años más tarde.

En sus primeros años fuera de España interpretó numerosas y exitosas óperas como La Bohème y Tosca, de Giacomo Puccini; Aida, de Giuseppe Verdi, y Arabella y Salomé, ambas de Richard Strauss.

Contratada en  el teatro de Basilea y en la Ópera de Bremen se especializó ya en el Bel Canto, hasta que en 1962 vuelve a Barcelona y debuta en el Liceo con Arabella donde obtiene un éxito clamoroso.

Su consagración internacional fue tres años después cuando el 20 de abril de 1965 sustituyó a Marilyn Horne, una mezzosoprano estadounidense muy reconocida y admirada que  no pudo cantar esa noche en el concierto de Lucrezia Borgia, en el Carnegie Hall de Nueva York al encontrarse indispuesta. La interpretación de Caballé causó sensación, y la hizo famosa en el mundo de la ópera. Tras el concierto el The New York Times, tituló al día siguiente: «Callas + Tebaldi = Caballé».

Un año antes se había casado con el Tenor Bernabé Martí (Villarroya de la Sierra, Zaragoza,  1928). Se habían conocido en 1962 en las temporadas de ópera que organizaba el Teatro Fleta de Zaragoza y tuvieron dos hijos: Bernabé y  Montserrat Martí. Montserrat Martí también se ha dedicado a la ópera como soprano.

Luego vinieron Fausto en la Metropolitan Ópera House de Nueva York, en 1972, en La Scala con Norma, de Vicenzo Ballini y con Violetta, en el Royal Ópera House de Londres. En 1974, grabó con gran éxito una función señalada como histórica la ópera Norma en el Teatro Antiguo de Orange, en 1980 interpretó Semiramide, de Gioacchino Rossini y un sin fin de éxitos más que han consagrado a nuestra belcantista más española, como así se definía, como una de las mejores voces del mundo. 

Nos gustaría destacar entre sus múltiples premios:

El Premio Grammy a la mejor interpretación vocal solista de música clásica recibido en 1969 por su interpretación en el álbum Rossini Rarities; en 1973 la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes; en 1982 la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña; en 1988, el Premio Nacional de Música de España;  en 1991 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, junto a Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza, José Carreras, Pilar Lorengar, Alfredo Kraus y Plácido Domingo; en 1996 la Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo  y un  muchos más de reconocimientos y galardones nacionales e internacionales.



En septiembre de este año ingresó en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona por un problema biliar del que no ha podido sobreponerse. Falleció este sábado,  6 de octubre del 2018.  DP

Nota: Evidentemente tenemos en internet innumerables grabaciones sobre su inmortal, bello e insigne trabajo que podemos acudir con tan solo poner en cualquier buscador su apellido. Os hemos traído dos, pinchar en ellos para conocerla un poco mejor y admirar su canto.

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