D. Juan Peláez* (conferenciante) y D. Alberto Valdelvira Prof. Biología en el IES |
VOSOTROS SOIS LOS CULPABLES Y YO TAMBIÉN
El pasado miércoles 2 de mayo los alumnos de 1º de Bachillerato asistimos a
una conferencia de Juan Peláez, periodista y escritor, bajo el tema “Literatura
y Desarrollo”. Sin embargo, cuando comenzó a hablar sus palabras fueron
completamente diferentes a cualquier cosa que pudiésemos esperar.
Con un tono muy personal y familiar y ayudándose de fotografías que él
mismo había tomado durante su paso por más de ochenta países, Juan Peláez
abordó un tema en mi opinión bastante importante y del que, a pesar de estar
muy de moda actualmente, en las aulas apenas se nombra: el daño que los seres humanos infringimos a nuestro
planeta, y por lo tanto a nosotros mismos.
Durante la hora y media que duró la charla desfilaron por la pantalla
gigantescas montañas de desechos, inmensas praderas destrozadas por el paso
indebido de los coches, las favelas de Río de janeiro, niños soldado, hombres
que, teniendo más de cuarenta años y viviendo en el siglo XXI, habían nacido
esclavos y alcanzado recientemente la libertad, niños sin educación, sin agua
ni comida, obligados a trabajar para ayudar a sus familias o a recorrer unos
diez kilómetros diarios para ir y volver de la escuela, hombres que por una
jornada laboral de doce horas solo ganaban uno o dos euros, niñas de menos de
diez años vendidas por un simple fajo de billetes para trabajar en una mina o
entregándose a todos aquellos hombres que acepten pagar el precio que su chulo
imponga...
Juan Peláez, sin dejar de remarcar que todo esto (las guerras, las
diferencias sociales, el agujero en la capa de ozono, la deforestación...) era
culpa nuestra, introdujo datos y estadísticas bastante preocupantes sobre la
contaminación y el impacto humano en el medio ambiente. Una de ellas se quedó especialmente
grabada en mi cabeza: que si no hacemos nada por cambiar las cosas, a finales
de este siglo el 80% de la población mundial habrá desaparecido.
Con todo esto, el escritor intentó lograr que fuésemos conscientes de
nuestros actos y, animándonos a ser más críticos y responsables, que
adquiriésemos cierta conciencia social y que reflexionásemos sobre lo que
podemos hacer nosotros para ayudar al planeta y a aquellos que nos rodean.
Al finalizar la charla varias personas (lamentablemente solo diez de los
más de sesenta que estábamos) nos quedamos a hablar con el autor, que nos contó
su experiencia personal como periodista y nos habló de hechos de actualidad
sobre distintas guerras, conflictos y problemas sociales que nunca se han
contado (y probablemente nunca se contarán) en los medios de comunicación.
Por último, me gustaría añadir que esta conferencia me sorprendió muy
gratamente y me ha parecido de una gran importancia porque la humanidad no es
(o no quiere ser) lo suficientemente consciente de sus actos y de lo mucho que
éstos pueden afectar tanto al planeta como a la vida de muchísimas personas.
Por ello es muy importante que la gente reflexione sobre ello y así intentar
acabar con el individualismo y el consumo masivo que rigen la sociedad global
del siglo XXI.
Irene Velasco Marta 1º Bachillerato
*
Juan Peláez Gómez.
Madrileño Se definiría como un
hombre del sur. Ligado al Mediterráneo, al sol, al contraste brusco de la
sombra y la luz, a la Andalucía de donde proviene su familia paterna, al
contacto con la vida en la calle.Es Periodista y ha trabajado en
prensa, radio, televisión. Es escritor. La escritura para él es una forma de
compartir y estimular a cada persona en la búsqueda de sí misma. Ávido lector; para él la lectura encamina la compasión, la
comprensión, la afectividad y la empatía. Viajero incansable, su curiosidad y
pasión por otras culturas le ha llevado a más de 80 países en todo el mundo.
Además ha ejercido como profesor y conferenciante en diversas universidades
nacionales y extranjeras y en distintas escuelas de negocios, entidades
públicas y privadas.
Si algo se puede destacar de su
carácter es el apasionamiento. Según el autor, “Sin la pasión el Mundo
permanecería inmóvil, sin vida”. Está convencido de que en los procesos de
globalización lo más importante es cuidar al ser humano y a la Madre Tierra en
la que nos encontramos embarcados. Denuncia con rotundidad las guerras por su
ilegalidad, inmoralidad e injusticia. "Todas y cada una de ellas están
basadas en la mentira, la incapacidad de cooperación, diálogo y tolerancia".
Sólo se explican desde la enfermedad mental de quienes las provocan y alientan.
Todos los que las promueven o han promovido, SIN EXCEPCIÓN, debían ser juzgados
por los Tribunales Internacionales.
Denuncia con rotundidad cualquier fundamentalismo religioso o político
tan vergonzosos en la historia de la Humanidad, la pobreza, la miseria, el neoliberalismo radical, eufemismo del
capitalismo salvaje, que no conduce más que a la marginación, la pobreza y la
discriminación de muchos, frente a los la suerte de unos pocos, la destrucción
de nuestro planeta, el acoso laboral, el empleo de niños en las guerras, el uso
de eufemismos como daños colaterales, las violaciones de mujeres y la esclavitud
sexual.
Este comprometido autor opta por la
paz, la coherencia y la responsabilidad de las acciones individuales, la
dignidad de los trabajadores, el diálogo, la cooperación, la tolerancia, la libertad
de expresión y de pensamiento; en definitiva por el amor a sí mismo y a todos
los seres de este Planeta. Y lo lleva a cabo con acciones sociales habituales
como colaboraciones con entidades sociales, escuelas, institutos, relanzando
proyectos, desarrollando talleres y escribiendo libros y artículos.
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