Acanto dice adiós con su número 33, es buen número, buena fecha y buen momento.
No quiero alargarme en este epitafio pero se nos resbala entre los dedos y preferimos posarla con cuidado antes que se golpee contra el frío suelo del olvido.
Cuando nacimos sabíamos que elegíamos el nombre de acanto por confrontar su difícil albor con sus hojas verde fuerte, grandes, brillantes, bellas y a la vez irregulares y muy sinuosas, retorcidas y complicadas como su creación.
Pero Acanto surgió entre tanto escollo, fuerte, directa, comprometida y enérgica como su flor esbelta, blanca, larga y fuerte.
Pero... todo termina y a revista muerta, revista puesta. Animaos y no tardéis en publicar.
Abrazos y hasta siempre.
No quiero alargarme en este epitafio pero se nos resbala entre los dedos y preferimos posarla con cuidado antes que se golpee contra el frío suelo del olvido.
Cuando nacimos sabíamos que elegíamos el nombre de acanto por confrontar su difícil albor con sus hojas verde fuerte, grandes, brillantes, bellas y a la vez irregulares y muy sinuosas, retorcidas y complicadas como su creación.
Pero Acanto surgió entre tanto escollo, fuerte, directa, comprometida y enérgica como su flor esbelta, blanca, larga y fuerte.
Pero... todo termina y a revista muerta, revista puesta. Animaos y no tardéis en publicar.
Abrazos y hasta siempre.
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